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sábado, 10 de diciembre de 2011

LO QUE CUESTA SER UN GANADOR DE ALMAS


El convertirse en un ganador de almas es un proceso que dura toda la vida, es conocer y aplicar un arte que solo puede ser enseñado por Dios a hombres dispuestos totalmente a morir a su voluntad, a su Yo, a ser marionetas humanas movidas por los hilos del Espíritu Santo. Dios busca hombres con corazones moldeables que permitan que sus deseos se hagan realidad por medio de Él a pesar de los duros golpes que se reciben al ser formados como discípulos de Cristo.

"Morir para vivir", es lo que dice Dios a los hombres que desean ganar almas, es el vivo ejemplo de Jesús en la cruz del calvario, morir a mis deseos, a mi vida, a mi voluntad, negarme a mí mismo para que muchos otros que andan en tinieblas resuciten de su muerte espiritual y tengan vida eterna.

Pero qué se debe hacer o cuánto puede valer o cuál es el precio que debo pagar para obtener el privilegiado título de ganador de almas frente a Dios? Cuando se tiene el sincero deseo de ganar almas, no tenemos que hacer algo más, Dios lo hace todo, Dios nos usa de forma sobrenatural iniciando con la formación de nuestro carácter, formando el Cristo en nuestra vida, para esto es necesario identificarnos con la necesidad de Dios, recuperar las almas que Satanás se ha robado; Dios pone el sentir en nuestro corazón, ese dolor profundo por los perdidos, esa compasión que Jesús tuvo en Mateo 9:36. Dios cambia nuestros ojos físicos por los espirituales permitiendo ver en cada persona un alma de infinito valor, de recordar los momentos en que estábamos muertos en nuestros pecados, del dolor que sentíamos y el refrigerio que obtuvimos al aceptar a Jesús como el Señor y director de nuestra vida.

Un estilo de vida correcto, intachable, una copa limpia y reluciente es el lugar donde Dios derrama de su unción, de su poder, de su autoridad, es el sitio perfecto para que su presencia se haga real convirtiendo al más tímido y temeroso de los hombres en un arma fuerte y poderosa, demoledora de fortalezas y un campeón ganador de almas. El estilo de vida se observa en el hombre en la medida en que este viva lo que predica. ¿Cómo alguien puede ganar almas o hacerle creer el evangelio a alguien cuando este ni siquiera lo cree?, ¿Con qué autoridad podría predicar cuando no vive lo que dice? Es necesario que el ganador de almas no tan solo crea sino viva lo que instruye. El estilo de vida va unido a la oración, la oración es el medio por el cual Dios forma el carácter del hombre, transforma lo más profundo de su ser y es la mejor escuela para un ganador de almas. Es en su presencia donde realmente Dios hace pedazos nuestra vida, arranca de nosotros el Yo, derrama de su amor y compasión, nos da armas y nos incorpora en la lista de su poderoso ejército; es realmente en la oración donde nos introducimos en el mundo espiritual y nos enfrentamos a Satanás para arrancar de sus garras las almas que ha robado a Dios, es en el mundo espiritual donde luchamos y ganamos la verdadera batalla y es por medio de la oración donde nos convertimos en ganadores de almas por excelencia.

El ganar almas para Cristo no es solo el hecho de que una persona en algún momento de su vida acepte al Señor Jesús como su salvador, este es el primer paso, el ganar almas es el largo proceso de consolidar, discipular y enviar a los creyentes a ganar a otros y reproducir en ellos las enseñanzas de Jesús repitiendo una y otra vez la cadena del evangelismo, para esto es fundamental contar con el tiempo no disponible sino necesario para adoctrinar al creyente tal como lo hizo Jesús en su tiempo y como lo haría hoy día.

"Ganador de almas" es el gran título a obtener delante de Dios y no de los hombres y el precio que se debe pagar no es bajo, pero es menor, mucho menor que el que Jesús pagó por nosotros.
"Si Jesús murió por nosotros para ganar nuestra alma, Por qué no
Podemos vivir para El para ganar muchas alma?"

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